Febrero 15, 2024 #ChileSustentable

La carrera de las cerezas chilenas rumbo al Año Nuevo Chino

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Los exportadores aplican prácticas sustentables a los cultivos, como el riego tecnificado de los cerezos, la generación de energía a través de plantas fotovoltaicas, y el uso de tecnologías de avanzada para asegurar su lozanía en su largo viaje a Asia.

Este año los exportadores y navieras convinieron por quinta vez rutas más directas con barcos “Cherry Express”, que disminuyeron de 28 a 22 días el viaje. Incluso se inauguró una ruta directa al puerto de Tianjin, para una mejor distribución en la zona norte.

La cereza chilena se ha convertido en la protagonista de la celebración del Año Nuevo Chino. La festividad, que se celebra el 10 de febrero, en pleno invierno de ese país, cuenta con nuestras cerezas como un regalo de lujo para los familiares y amigos, por ser consideradas un símbolo de prosperidad y buena fortuna en el país asiático. La fruta chilena es esperada con ansiedad por los consumidores, e incluso se realizan ventas especiales por redes sociales.

Para cumplir con esta enorme demanda y los estándares de calidad exigidos por los consumidores chinos, la industria chilena ha incorporado tecnología de avanzada y un manejo sustentable de sus cultivos a través de riego tecnificado. Otra expresión de ese proceso de innovación, está en la región de O’Higgins en el fundo Quilamuta, donde se ha incorporado energías renovables a través de la planta fotovoltaica flotante más grande de Sudamérica en un terreno agrícola. 

“Lo que sucede con la cereza, y con la fruta en general, es que se trata de un producto altamente perecible, y cada minuto del tiempo de traslado cuenta” explicó Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile. Por eso, se intenta disminuir los tiempos de transporte incorporando tecnología de última generación. “En las plantas de embalaje, las líneas de proceso son computarizadas y van seleccionando la fruta de acuerdo a tamaño, color y si tiene o no defectos” explicó Claudia Soler, directora ejecutiva del Comité de cerezas de Frutas de Chile. Además, las cerezas se embalan en bolsas de atmósfera, que las mantienen frescas durante el viaje. Luego, en camiones y barcos se utilizan contenedores refrigerados, creados especialmente para trasladar frutos perecibles que necesitan una temperatura a cero grados.

Rodrigo Galleguillos, gerente general de San Antonio Terminal Internacional (STI), explicó que esperan movilizar “más de 8 mil 300 contenedores frigoríficos con cerezas esta temporada, con dos a tres servicios expresos semanales”. Los camiones ingresan al terminal en menos de 20 minutos y son rápidamente conectados a la electricidad para no perder la cadena de frío. “La estadía normal de un contenedor de exportación en el puerto es de cinco días, pero en el caso de las cerezas se reduce a dos días promedio”, agregó.

Este año los exportadores y navieras convinieron por quinta vez rutas más directas con barcos “Cherry Express”, que disminuyeron de 28 a 22 días el viaje. Incluso se inauguró una ruta directa al puerto de Tianjin, para una mejor distribución en la zona norte. De acuerdo a cifras de la asociación Frutas de Chile, hasta la cuarta semana de 2024, Chile ha enviado 368 mil 490 toneladas de cerezas frescas al mercado asiático, una cifra que se espera superar este año.

Cerca del 90 por ciento de la producción chilena de cerezas se exporta a China, lo que la temporada pasada significó el envío de 83 millones de cajas de cinco kilos, equivalentes a 415 mil 398 toneladas, que tuvieron un retorno de 2 mil millones de dólares. Iván Marambio destacó que “la cereza es el producto que más se ha desarrollado en los últimos quince años, por tanto, es la imagen de Chile. El desafío de la industria ahora es seguir creciendo, pero manteniendo la misma calidad”.

Desde Fundación Imagen de Chile, la directora ejecutiva, Rossana Dresdner, señaló que “al igual que la industria vitivinícola, los exportadores de cerezas han trabajado por años en posicionar el origen de sus productos en los mercados internacionales. Una fruta que hoy es reconocida por su inmenso valor agregado que implica una producción sustentable y la incorporación de importantes avances tecnológicos”.

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