Columna de Rossana Dresdner Cid, Directora Ejecutiva de Fundación Imagen de Chile
Y así nos planteamos este 2024. Desde acá, donde comienza el mundo. Desde este país, que no aspira a ser una potencia, pero que sí puede ser un ejemplo inspirador.
En Chile apostamos por el futuro. Con mucho esfuerzo, pero también mucha convicción. Perseveramos en ser confiables, un país que quiere y puede ofrecer certezas y que, en un escenario mundial impredecible, que pone a prueba las respuestas tradicionales, mira el futuro con firmeza, audacia, perspectiva y responsabilidad. Buscamos propuestas y soluciones nuevas que, más allá de nuestras propias fronteras, pueden contribuir a la construcción de un mundo mejor.
Como Fundación Imagen de Chile, que tenemos como misión contarle al mundo quiénes y cómo somos, 2023 fue un año crucial, porque hicimos un giro y definimos dos caminos que marcaron nuestro quehacer. En primer lugar, decidimos que, en esta compleja situación internacional, podemos y debemos mostrar al mundo no solo nuestras ventajas, fortalezas y atractivos comerciales, sino también nuestros valores, aquello en lo que creemos y lo que defendemos como país.
En segundo término, porque comenzamos a potenciar nuestra marca, sobre la base de la colaboración y construcción conjunta de nuestro relato y nuestras acciones, entre todos quienes promocionamos a Chile en el mundo. Y como Fundación Imagen de Chile asumimos un rol articulador de estos sectores, bajo la premisa explícita de que: “La Imagen de Chile la construimos entre todos”.
Este giro significó hacer cambios internos, en nuestra propia forma de trabajar, en la definición de nuestras prioridades y en la relación con nuestros principales aliados. Debimos esforzarnos para generar nuevos lazos, confianzas y alianzas, y ser capaces de escuchar y entender cómo, en los hechos, se expresa la promoción del país en los distintos sectores e instituciones, públicas y privadas, grandes y más pequeñas, y cómo es posible de coordinar esas manifestaciones y darles coherencia. Creamos no solo conversaciones, sino también espacios concretos para el intercambio amplio, real y eficiente entre representantes de estos distintos sectores, con sus autoridades y sus equipos.
Paralelamente, construimos un macro relato amplio, dinámico y modular, que a todos hiciera sentido y al que todos pudieran adherir. Un relato simple pero profundo, novedoso pero real, que recoge lo que somos, nuestros desafíos presentes y lo que soñamos construir a futuro. Un relato que se sustenta sobre tres grandes ejes, que apuntan a respuestas que no solo Chile, sino también el mundo, busca hoy.
Estos ejes son la Sustentabilidad en lo económico, en lo humano y en lo medioambiental: la Democracia, como expresión de la estabilidad institucional y una mejor convivencia y calidad de vida para los ciudadanos; y la Diversidad como manifestación de nuestra identidad, historia, cultura, geografía y la enorme amplitud y multiplicidad de nuestra oferta global.
Y así nos planteamos este 2024. Desde acá, donde comienza el mundo. Desde este país, que no aspira a ser una potencia, pero que sí puede ser un ejemplo inspirador.
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