Lo que pocos saben, es que en el último tiempo se han podido determinar dos razas únicas de perros que buscan ser reconocidas a nivel internacional.; el Terrier Chileno y el Ovejero o Barbucho Magallánico.
Popularizada por el famoso perro de las historietas de Condorito, el Washington. Existen antecedentes de su presencia en Chile desde la época de la colonia, cuando inmigrantes europeos llegaron a nuestras costas junto con ejemplares de Fox Terrier Pelo Liso y Bodeguero Andaluz, que al cruzarse con mestizos nacionales dieron vida a este ejemplar. A pesar de haberse desarrollado en los fundos, debido a la migración del campo a la ciudad, con el tiempo se volvieron perros urbanos y de características más dóciles, y eran utilizados como expertos cazadores de ratones.
Este perro de tamaño pequeño tiene un aspecto equilibrado y elegante, su corto pelaje es predominantemente de color blanco, a excepción de su cabeza, la cual se destaca por ser de color negro o marrón, con pintas de color fuego alrededor de ojos y mejillas.
El Terrier Chileno es un perro muy vivaz, atento, valiente, con una gran memoria, extremadamente energético y con gran adaptabilidad a su entorno, por lo que lo hace ideal para incorporarse a variadas situaciones familiares.
Menos conocido que el Terrier Chileno, este ejemplar se desarrolló en las tierras australes del sur de Chile. No hay información clara sobre la ascendencia de los primeros ejemplares, lo que sí se sabe con seguridad es que a fines del siglo XIX, grupos de personas llegaron a esta zona austral con diversos perros de pastoreo, los cuales se fueron cruzando y adaptando al clima frío de la región, dando paso a esta nueva raza chilena.
Es un perro mediano que puede alcanzar los 50 centímetros en su pose natural. Su grueso y largo manto se destaca por permitirles soportar las bajas temperaturas del sur de Chile y repeler la nieve. Su pelaje suele de ser de colores oscuros en su tronco, con patas, pecho y cara de colores más claro, pero sin embargo se pueden apreciar ejemplares con diferentes tonalidades.
El mayor atractivo de este perro yace en su comportamiento; un perro inteligente, de carácter sumiso y fiel, con un instinto innato para el pastoreo de ovejas. Es uno de los pocos perros pastores del mundo capaz de seguirle el ritmo a arrieros a caballo por más de 30 kilómetros diarios, cuidando grupos de mil ovejas sólo entre cinco compañeros. Definitivamente una pieza clave en el pastoreo en el extremo sur de Chile.
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