En el siglo XIX, los trabajadores de las salitreras ubicadas en Tarapacá tenían la tradición de celebrar todos los años la fiesta de La Tirana. Tras la Guerra del Pacífico, cuando este territorio pasó a pertenecer a Chile, se llevó a cabo un proceso de chilenización de la población que vivía en esa zona, lo que incluía la transmisión de valores, costumbres y tradiciones características de la cultura chilena a las personas que no eran de origen chileno.
El país acogió la celebración de la fiesta de La Tirana, pero hizo algunas modificaciones para agregarle más elementos chilenos a la festividad. Por ejemplo, se cambió la fecha del festejo del 6 de agosto al 16 de julio, día nacional de la Virgen del Carmen, patrona de Chile.
A principios del siglo XX, los bailes más populares eran los chunchos, morenadas, mascaradas y cuyacas, para posteriormente adoptar los bailes chinos -que tenían su origen en la celebración de la Virgen de Andacollo-. Los bailes chinos se convirtieron rápidamente en el baile principal de La Tirana, siendo los únicos que tenían el honor de sacar a la Virgen del Carmen a la procesión. Luego se irá sumando una variedad de bailes a la celebración, como los bailes gitanos, bailes de pieles rojas, bailes árabes y la conocida Diablada de La Tirana.
Es así como La Tirana se ha convertido en la mayor fiesta religiosa del norte grande de Chile y en una de las celebraciones multiculturales más importantes del país, la que debido a la crisis sanitaria se celebrará por segundo año consecutivo a través de ceremonias religiosas virtuales.
Te invitamos a ver el registro documental más antiguo de esta fiesta popular realizado en 1944 en Tantaku, repositorio digital de la Universidad de Chile.
Fuente: Museo Histórico Nacional
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